La biblioteca de Mestalla

foto: vivirvalencia.com

Me gustaría que ahora salieran a la luz todos aquellos defensores del resultadismo que piensan que lo importante es ganar por encima de la belleza. Aquellos que piensan que el fútbol es cosa seria, que los tres puntos son lo primero y que a estos privilegiados y millonarios profesionales no se les paga por divertirse en su trabajo... La pregunta sería: ¿y por qué van seguir pagando de 500 a 600 euros al año los aficionados por ver un espectáculo que no divierte? ¿acaso ustedes pagarían por ver una película en el cine que saben que no les va a gustar, con un guión escrito de cualquier manera y con unos actores apáticos que no se han aprendido el papel?

Mestalla se ha convertido en una biblioteca, un lugar tranquilo donde poder leer un buen libro, hacer un crucigrama o charlar con tu pareja. Lejos quedó ya esa hermosa costumbre de corear los nombres de los jugadores cuando el speaker daba la alineación por los altavoces... ("con el número 6 Mendieta ehhhh!!!, con el numero 21 Aimar ehhh!!!, con el 5 Djukic ehhh!!!, con el 8 Baraja ehhh!!!...). Poco a poco esos coros se fueron apagando y ahora a penas se escucha un murmullo únicamente con los nombres de Mata, César y Banega. El silencio sepulcral es la nota predominante a lo largo de los 90 minutos y sólo se rompe tímidamente si hay algun gol.

Los problemas son muchos: un entrenador lamentable, economía en números rojos, jugadores sin calidad, un organigrama de club planificado por Groucho Marx, etc..., pero lo más preocupante es la afición. Cuando una afición da claras muestras de indiferencia, de aburrimiento, de desilusión; cuando ya no tiene ganas de sacar pañuelos o de gritar eso tan suyo de "Cúper vete ya, Claudio vete ya, Quique vete ya...", en el momento en que a la gente ya le da todo igual, es el momento de asustarse, de asustarse de verdad.

La situación es difícil y ante situaciones difíciles lo primero es actuar con sentido común y hacer las cosas fáciles. No es comprensible que el Valencia necesitando dinero saque a jugar a jugadores no habituales en Old Trafford, ante una oportunidad perfecta para recuperar el prestigio tan dañado en los últimos años en Europa y ademas con la posibilidad de ganar un buen pellizco ganando ese partido.

No es comprensible que un entrenador decida hacer una cena un jueves teniendo un partido importante tres días despues. Lo de la salida de Banega es un pecado que hay que castigar, pero la estupidez profunda de Emery hay que castigarla igualmente. ¿Cómo se le ocurre hacer una cena un jueves por la noche en Valencia? Un jueves por la noche en Valencia significa fiesta Universitaria y los jugadores son chiquillos de 20 años malcriados, millonarios y famosos, que cada vez que pisan un local tienen una legión de chicas detras de ellos... ¿Quien se resiste a eso? Todo aquel que clame por la cabeza de Banega que piense qué haría él mismo en su lugar. ¿Que esperaba que sucediera ese "gran psicólogo" de entrenador que tiene el Valencia? Banega merecía un castigo es cierto, pero él merecía el despido.

Las consecuencias de todo esto es que uno de tus mejores jugadores ahora mismo está totalmente desconectado y al Valencia no le sobran precisamente los buenos jugadores. Al no estar Banega, el Valencia cambia su estilo y mete a dos delanteros prescindiendo totalmente de la salida del balón jugado. Ahora vemos un Valencia que busca el balón directo arriba para aprovechar esa segunda jugada ya en terreno rival... ¿De verdad este señor piensa que la grada agauntará todo el año viendo ese estilo ingles de los años 50?

Lo que quiero decir es que a esta afición se la está maltratando demasiado y esos pocos jugadores que gustan a la grada, que son jóvenes y son buenos tienen que jugar. Tienen que jugar y hacer que sean las piezas clave del equipo, hacer que se juegue para ellos porque ahora mismo son el único reclamo para la gente. Hablemos claro: a cualquiera que le guste mínimamene el fútbol no va a seguir pagando 600 euros por ver jugar a Albelda, a Tino Costa, a Topal, a Maduro o a Soldado.

Ayer el Osasuna ridiculizó al Valencia. Mucho hay que hablar y analizar del estado deportivo del equipo, de la falta de actitud, de la falta de rigor defensivo, de los desajustes tácticos... pero como ya dije al principio del artículo, la apatía y la indiferencia me puede. Fue tan aburrido que ni siquiera me quedaron fuerzas para enfadarme, sólo quería irme casa a dormir, pensando en el tiempo de sueño perdido y que si no valdría la pena invertir esos 600 euros en cualquier otra cosa.

Al final de temporada el señor Emery se llevará el trofeo al mejor aficionado del Valencia... ¡¡¡Es el único que aplaude!!!

5 comentarios:

Unknown dijo...

Totalmente de acuerdo. Hace dos semanas me invitaron ir a Mestalla para ver el Valencia-Almería. No tenía claro si aceptar la invitación, me olía 2 horas de aburrimiento y frío mediterráneo. Al final fui, ganamos 2-1 y me fuí con esas dos sensaciones más la de indiferencia q comentas.
Se lo decía a los dos q iban conmigo y coincidían, y viendo los ánimos bajando las escaleras de Mestalla, es generalizado: ya no hay ilusión, y lo q es peor, la gente ya sabe lo q hay.

Moraleja: GoLTv, más barato, y estás mas cerca de la cama como hice ayer.

Saludos!

Anónimo dijo...

Amunt llevant!!

Guillermo Benito González dijo...

Lo del Valencia es para echarse a llorar. Tienes una ventaja de dos goles y concedes uno de risa... acto seguido metes el tercero y te vas al descanso con una renta más que cómoda. Y de repente, en la segunda parte, de la mano de Unai se forran todos en dinamita y vuelan su trabajo por los aires.

¿Dos cambios a la vez, Emery?... eso de gestionar el partido, saber que si tienes tres cambios puedes distribuirlos para tu beneficio, cortando un momento de agobio del rival, por ejemplo. Además, Banega no estaba haciendo su mejor partido, pero lo quitas y pierdes a un tipo que sabe dar el balón al pie.... mmmmmmmmm.

Yo pedí calma para dejar trabajar a Emery en sus inicios, pues pensaba que con un equipo más hecho a su medida, la cosa iría a mejor... pero es que ya me he dado cuenta de que el problema es que plantea muy bien los partidos antes de empezar pero luego los dinamita porque no sabe leer el juego.

Quizá el problema es que se dedica a bailar en la banda, cuando lo mejor sería meterse en el banquillo cinco minutos y aprender a percibir las sensaciones del partido, porque vamos, creo que ayer hasta los ácaros del polvo que había en Mestalla sabían que ese partido se le iba al Valencia. Y gracias a que no perdieron.

Anónimo dijo...

Perfecta disección... y por tanto preocupante.

Matías Rodríguez dijo...

y hoy merecieron ganar y la pelotita no quiso entrar, da bronca siempre que es asi porque merecieron mucho mas y terminaron con un empate que sabe a poco, un saludo desde argentina y felices fiestas

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